El Hipódromo de la Zarzuela no detiene su actividad ni por "Filomena"
El hipódromo de La Zarzuela no detiene su actividad, ni por la crisis sanitaria, ni por la borrasca "Filomena" que afectó a toda España el pasado fin de semana.
El sábado no hubo trabajos sobre la pista del hipódromo madrileño. Apenas se podía abrir las puertas de las cuadras, pero todos y cada uno de los caballos allí alojados, fueron atenidos con toda la comida y atención que requieren habitualmente, de parte del personal encargado y responsable del hipódromo de La Zarzuela.
Los purasangre estuvieron atendidos en todo momento e incluso algunos de los cuidadores han decidieron pasar el día y la noche del sábado junto a ellos por si el domingo fuera imposible llegar, situación que finalmente ocurrió ante la gran nevada.
El frío y la nieve se apoderaron de cada rincón del recinto madrileño, con una pista más blanca que nunca, dejando paso al silencio absoluto. Nada parecía romper esa blanca monotonía propiciada por la nevada. 400 caballos esperaban a sus compañeros en el día a día, profesionales que se desviven en el cuidado diario de todos y cada uno de los caballos que pueblan La Zarzuela.
El fin de semana Madrid fue un colapso total con aeropuerto cerrado, carreteras cortadas y servicios de autobuses suspendidos, lo que hacía complicado que entrenadores, ayudantes y jockeys pudieran llegar al hipódromo de La Zarzuela, pero todos ellos sabían que no podía dejar de lado a las verdaderas estrellas del turf y afortunadamente los purasangre no estuvieron solos.
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