El ocio en tiempos de crisis
Las crisis son situaciones que generan tensión y preocupación en las sociedades, ya que la incertidumbre se adueña de las personas, lo que genera mayor estrés del habitual.
El coronavirus es una crisis sanitaria que está atacando a todo el mundo y mantiene en sus casas a todas las personas, sin la oportunidad de trabajar, de compartir con amigos, de vivir la pasión por el fútbol o de asistir a un salón de juegos y vivir la máxima adrenalina que estos centros de ocios ofrecen.
Estos tiempos de tensión e incertidumbre, en el que las personas han cambiado sus hábitos diarios económicos, de compra y de diversión, pueden afectar emocionalmente a todos los ciudadanos que integran una sociedad y que deben permanecer en sus hogares.
La crisis del coronavirus abre una puerta para el compartir familiar, para descansar y para la diversión en casa, disfrutando de los juegos de azar que el entorno nos permite o simplemente aprovechando el tiempo para apreciar una buena película como 'Ocean's Eleven' (2001) , 'Casino Royale' (2006), 'Resacón en Las Vegas' (2009), '21 Black Jack' (2008) o la mítica 'Casino' (1995).
Otra alternativa de diversión son los juegos clásicos de mesa como los dados, las cartas, el ‘monopoly’ o la jenga, donde el azar y los conocimientos juegan un rol esencial en el desarrollo de estos.
Por otra parte, los más pequeños, en muchos casos, son quienes peor lo pasan en estas situaciones excepcionales, ya que no pueden salir de casa, al igual que resto de personas, pero generalmente lo llevan peor, ante el aburrimiento y la ansiedad que toda la crisis del coronavirus genera.
Los más 'peques' necesitan actividades recreativas, de máxima diversión y que los mantenga motivados, como los videojuegos, los juegos de mesa o alternativas recreativas que los involucre en la dinámica familiar.